lunes, 8 de junio de 2009

NUMERO 13 DE LA MALA SUERTE

Hace unos días iba ensimismado en mis pensamientos, cuando al llegar a una esquina una chica muy bien vestida y de grata apariencia me pidió que le regalara una moneda. Lo primero que me vino a la mente es que le faltaba dinero para completar su pasaje del camión o del tren ligero, pero ella agregó. “Por favor, deme cualquier moneda. Puede ser una chiquita de a .10 centavos. Es que soy supersticiosa y necesito que me regale una moneda, pero quiero que me la de con la mano izquierda. Por supuesto que se la di, tal y como lo pedía. Si con eso resolvía su problema, estaba totalmente dispuesto a ayudarla.
La verdad es que hay pocas personas así. No cualquiera es un supersticioso a este nivel, pero todos tenemos algo de eso. Por ejemplo. Mucho se dice que el número 13 es de mala suerte, y que el viernes 13 es toda una calamidad. Pues bien. Que tal si es un viernes 13, y usted toma ese día un avión a las 13 hrs. (una de la tarde) y le toca el asiento número 13. ¿Qué pensaría?. ¿Qué trae el santo volteado?.
Si el avión trae otros asientos libres, ¿usted se cambiaría de lugar, para romper con la cadena de números 13 que le están persiguiendo. Y no vaya a ser que desencadene una tragedia.?.
Bueno, sea como sea, es interesante saber un poco la historia del número 13.
Dicen que todo esto se originó desde los tiempos de Cristo, ya que Jesús, fue el número 13 en la última cena, antes de que sobreviniera su trágica pasión y muerte. Y, según dicen, desde entonces se ha considerado que el 13 es número de mala suerte. Cosa que algunos consideran se extremisa cuando es martes, aunque otros dicen que lo peor llega cuando es viernes. A quienes le temen al número trece se les considera que tienen triscaidecafobia. Y no crea que esto es solo una creencia de incultos e ignorantes; no, es una creencia que la han padecido gente muy importante; desde el millonario Paul Getty, hasta Maradona o la Reina Isabel de Inglaterra; incluso el presidente norteamericano Delano Roosevelt tuvo esta creencia. Gente por supuesto educada.
Dicen que Roosvelt antes de participar en una reunión contaba a los asistentes, y si sumaban 13 con todo y él, no se sentaba hasta que no ingresara alguien más y se rompiera el maleficio. Y si no había nadie, mandaba llamar a su secretaria y asunto arreglado.
Por su lado, la reina Isabel, en un viaje que realizó por Alemania Federal, en donde utilizó como medio de transporte el tren; solicitó que se eliminara el no. 13 de todas las plataformas en las estaciones, para no tener accidentalmente la desdicha de bajar o abordar el tren en una de ellas. Y la orden fue cumplida. A todas se les puso el no. 12 ½.
Y está tan generalizado el miedo al número 13, que en los Estados Unidosy Europa, los edificios carecen de piso 13, los hoteles de cuarto 13 e incluso los aviones de asiento 13.
Pero como nunca faltan los incrédulos que están además dispuestos a desafiar las supersticiones. El 13 de enero de 1882, un grupo de distinguidos caballeros neoyorquinos, se reunieron a las 13 horas en el comedor no. 13 en un distinguido restaurante de Manhattan y fundaron el Club de los 13, cuya membresía costaba 13 centavos por mes o una cuota vitalicia por 13 dólares. El club fue creado para reirse de las supersticiones, por lo cual se reunían el día 13 de cada mes, realizando un banquete que era atendido por 13 meseros bizcos, que tiraban sal por todos lados y además rompían espejos.
El club tuvo un enorme éxito y se fundaron otros semejantes en diversas ciudades de los Estados Unidos y Europa, hasta alcanzar un total de 1313 miembros activos; pero se desacreditó a partir de 1886 cuando tuvieron la ocurrencia de convencer a la reina María Cristina de España, para que ya desde el bautismo nombrara a su hijo, recién nacido, Alfonso XIII . Cosa que la Reina aceptó. Por desgracia Alfonso fue un rey totalmente desafortunado e impopular y tuvo que abdicar precisamente un 13 de septiembre del año 1923. Mala suerte.

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