miércoles, 29 de octubre de 2008

EL TEMASCAL

Como el baño fue asociado con el pecado y contra la salud, allá por la edad media, los ricos se rociaban con olorosos perfumes, mientras que los pobres olían como Dios lo permitía.
Dicen que la Reina de Aragón se enorgullecía diciendo que solo se había bañado dos veces en su vida, la primera cuando nació y la otra después de casada.
Cuando los españoles llegaron a América, entre muchas otras curiosidades, descubrieron que los Aztecas tenían una serie de complejas prácticas relacionadas con la salud: medicina herbolaria y un recinto que era una especie de horno al que llamaban Temascal, y que en él se bañaban de sudor.
Y como todo lo que no se entiende, por lo general no se acepta y se condena, el temascal fue considerado por los españoles como una costumbre bárbara y pagana, y además fue descalificado por ser, desde su punto de vista, un lugar de orgías desenfrenadas, aunque esto era una falsedad; pero los españoles así lo creían con base en el hecho de que los indígenas entraban totalmente desnudos al recinto.
Fue por ello que se ordenó que los temascales fueran destruidos en cualquier lugar que se encontraran. Y para que no quedara ninguna duda, Carlos V, Rey de España, proclamó en la Orden y Código Penal del Gobierno de Indias, que los indios que se bañaran en estos baños calientes se harían acreedores a cien latigazos durante dos horas públicamente. Más pese a las prohibiciones y sanciones que se impusieron, los indios conservaron sus temascales en lugares remotos. Y lo mismo hicieron con sus prácticas médicas que ocultaban a la vista de los invasores para evitar el castigo, aunque en la clandestinidad todo ello se mantuvo hasta llegar a nuestros días.
Desde tiempos muy remotos diversas culturas mundiales han tenido baños de sudor. En las ruinas de Pompeya se encontraron restos de este tipo de baños. En Escandinavia existe, desde tiempos remotos el baño sauna, como también ha sido algo de mucha tradición el de Harem en el norte de Africa y Turquía. En la India, la gente se sienta a pleno sol y se cubre con gruesos mantos para sudar. Así que el temascal de los Aztecas no era el único medio de bañarse en sudor en el mundo, aunque probablemente era el mejor en muy diversos sentidos.
La palabra Temascal, o Temazcalli, se compone de dos palabras Nahuatl: Temaz, que significa vapor y Calli, que significa casa. Entrar a un Temascal era un volver a la matriz de la madre, protegidos por la gran diosa Temascal-toci, diosa de los enfermos, que curaba los males físicos y espirituales.
Cuando llegaron los españoles el temascal era de uso común tanto en México como en el sur de nuestro país. Pero los conquistadores arrasaron con todo.
Los temascales son pequeñas estructuras redondas de lodo o de piedra que se parecen a una colmena de abejas. Se han puesto últimamente de moda, ahora en que se promueven mucho las prácticas de las medicinas alternativas. Además del aspecto curativo, el temascal está envuelto en un clima de espiritualidad, de un encuentro consigo mismo; es como un apartarse del mundo para ingresar en un clima de paz y sosiego; de reflexión profunda y desnudarse de todos esos sentimientos negativos que tanto daño hacen día con día a nuestro espíritu y organismo. Una sanación física y espiritual.
Está comprobado que actúa depurando las vías respiratorias y el aparato digestivo y tonificando el sistema nervioso, así como también favorece en la resolución de problemas óseos, musculares y ginecobstetricios, a través de la sudoración y las propiedades curativas de las distintas plantas medicinales que en él se utilizan.
Los participantes ingresan al recinto, que como dije anteriormente, es una especie de horno redondo hecho con piedra y lodo, y se acomodan sentados pegados a la pared. No ingresan desnudos, como se usaba en tiempos de los Aztecas, más sí con un mínimo de ropa. Después, se colocan en el centro del tamazcal piedras calientes, que luego son rociadas con agua de hierbas. La cantidad de piedras que se colocan en el recinto depende si los miembros del grupo son noveles o ya han realizado antes dicha práctica.
Las piedras que se utilizan en el temascal son por lo general de origen volcánico, porque las piedras de río se quiebran. Son calentadas en un horno externo, hasta que se ponen al rojo vivo. Una vez que son colocadas en el hoyo central de temascal, son rociadas con un agua preparada con hiervas, entre las cuales se encuentran la manzanilla, el azafrán, el pirul, jenibre, nuez moscada, palo de brazil y toronjil.
Después del baño, los participantes toman un té, seleccionado especialmente según el padecimiento que se tenga. En caso de no haber enfermedad, simplemente se toma cualquier tipo de té para hidratarse.
El temascal mexicano, seguramente cobrará gran popularidad conforme se vaya conociendo, y por supuesto que puede impactar a los norteamericanos y europeos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Resulta totalmente aberrante utilizar el espacio de este blog serio para promocionar un blog totalmente insustancial como el "ya vienen" Ya estuve en él y les recomiendo que no pierdan su tiempo visitándolo. Sería recomendable que los señores del "ya vienen" buscaran otros medios para hacerse publicidad.

Anónimo dijo...

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