lunes, 8 de junio de 2009

ISAAC TIGRET Y SU CAFE

Isaac Tigret procedía de una familia sureña de los Estados Unidos, en un pueblo donde el 90% de los habitantes eran negros. Conoció muy de cerca la segregación racial, cosa que siempre le molestó y jamás logró entender. Cuando sus padres se divorciaron, Isaac se decidió por su padre y se marchó con él a Inglaterra a trabajar en una fábrica que ahí tenían.
Pero el jovencito luego le dio un fuerte dolor de cabeza a su progenitor, porque lideró una huelga ilegal contra su misma empresa, apoyando a sus trabajadores por el exceso de ruido. Se provocó un gran distanciamiento entre él y su padre, pero aquello no le importó. Abandonó la fábrica y se dedicó a comprar Rolls Royce usados, mismos que luego enviaba a los Estados Unidos obteniendo buenas ganancias.
En Inglaterra volvió a enfrentarse con la diferencia de clases. Los ricos tenían sus lugares y los pobres los suyos. No se podían mezclar los grupos de diferente condición. Había restaurantes para unos y para otros, al igual que bares o centros de distracción. Pero en la mentalidad de los jóvenes había el cambio. Era la época del Peace & Love, en la década de los años 60’s e Isaac quiso hacer un restaurante donde pudieran entrar todos, sin importar raza ni condición. Un lugar donde el rock fuera la música ambiental y todo girara entorno a él.
Se asoció con otro americano, Peter Morton y realizaron un lugar lleno de informalidad, cubriendo las paredes de guitarras eléctricas, dibujos, fotografías y todo cuanto encontraron relativo al rock. La comida no fue problema, algo totalmente americano, con hamburguesas y cervezas. Y el nombre fue algo muy importante, porque debía expresar lo que realmente querían, así que le pusieron Hard Rock Café.
El éxito fue inmediato: banqueros, panaderos, ejecutivos, obreros, oficinistas, taxistas… gente importante y gente común. Todos hicieron cola para entrar al lugar. El sitio pronto se convirtió en el lugar donde se podía ver a las estrellas: Jimmy Hendrix, Paul McCartney, Mike Jagger, Eric Clapton y muchos más desfilaron por ahí.
Isaac no sabía nada de restaurantes, pero inventó el suyo propio, apartándose totalmente de los conceptos tradicionales. Escogió personal muy diverso, mezcló ingleses con africanos, españoles y orientales. Sus empleados provenían de 25 países diferentes. Le gustaba la diversidad y con ello mostraba que su sitio era para todos.
Además estableció su estrategia inculcando bondad, calidad a través de la cortesía, igual trato para cualquier cliente y amistad. Quería un sitio que destilara amor, como la filosofía hippie. Además estableció un sistema de reparto de utilidades por puntajes según la calidad de servicio y trabajo de los empleados. Y para él los hombres y las mujeres estaban en igualdad de condiciones. No le agradaba que nadie se sintiera superior. Todos sus empleados le hablaban a Isaac como a cualquier compañero y los atendía sin formalismos. Hasta tenían acceso a su número de teléfono personal para cualquier asunto que desearan tratar con él en cualquier momento.
Otra estrategia fue poner personal que atendiera a todos los clientes que hacían cola, sirviéndoles bebidas y haciéndoles el rato de espera más ameno. Los días de lluvia hasta paraguas repartían a los clientes.
Posteriormente su estrategia fue el realizar promocionales, como cajas de cerillos y otras chucherías. Todos ellos, además de llevar el logo del restaurante, tenían una frase positiva del tipo “Ama a todos, sirve a todos”, “Ayuda siempre, no dañes jamás”, “Comienza el día con amor”, “Haz el bien, ve el bien, piensa bien”, etc.
Tiunfó Isaac y su socio? Usted lo sabe. En 1990 vendieron la marca Hard Rock Café en $ 107 millones de dólares. Para entonces la cadena ya se había extendido a varios lugares del mundo. De los 107 millones de dólares recibidos, Isaac hizo un cuantioso donativo para obras sociales y con el resto creó un nuevo concepto de restaurante al cual llamó Blues Café.

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