A los 13 años ya estaba compitiendo en circuitos nacionales. El trabajo fue arduo y difícil, pero su gran empeño derribó todas las barreras y fue así como logró participar en cuatro juegos olímpicos, obteniendo muy valiosas preseas.
Una curiosa historia fue la sucedida antes de iniciar su participación en los olímpicos de Atenas. Al llegar se dio cuenta que su bicicleta tenía un peso menor al oficial, de 6 kilos con 800 gramos , por lo cual le era imposible participar con ella y no había posibilidades de conseguir otra de inmediato por la premura del tiempo. Cuando Belem se enteró de todo esto, sintió que el mundo se le derrumbaba. Tanto tiempo de práctica, tanto esfuerzo, tanto gasto, para que al final ni siquiera pudiera competir por una simple cuestión de peso. Lo peor de todo es que se trataba tan solo de 30 gramos . Una verdadera tontería. Pero los jueces son estrictos con las reglas y si su bicicleta no pasaba el peso requerido quedaba fuera de competencia.
Ante la situación tan apremiante, de pronto surgió el ingenio del mexicano a través de su hermano Daniel, quien se le prendió el foco y resolvió el problema pegándole a la bici 5 monedas de $ 5.00 pesos con cinta de aislar. Y con esto la bicicleta dio el peso requerido. Belem dio gracias a Dios por el ingenio de su hermano y por haber conservado unas monedas mexicanas en el bolsillo.
Ojala siempre recordemos que ante un problema la mayoría de las veces la solución está al alcance de nuestro bolsillo.
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