domingo, 15 de junio de 2008

UN NIÑO PROBLEMA


Albert era un auténtico problema. A sus cuatro años su lenguaje era tan deficiente que apenas lograba pronunciar correctamente algunas cuantas palabras, cuando otros niños a esa edad son capaces de construir frases completas. Al ingresar a la escuela, la verdad es que no le fue nada bien, su deficiente forma de comunicarse y su lentitud para asimilar el conocimiento le ocasionaron múltiples problemas.

Era un chico realmente extraño, no le gustaban los deportes, prefería arrinconarse por ahí, sin hacer amistad con nadie y le daba por hablar solo. Todo esto le fue reportado a su padre, quien le llamó fuertemente la atención a su pequeño. Nadie logró imaginar que ese niño problemático e inadaptado se convertiría con el tiempo en el genial Albert Einstein

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