En el año de 1831, William Miller, un líder religioso de Nueva Inglaterra comenzó a predicar que el fin del mundo llegaría el 3 de abril de 1843. Dijo que su descubrimiento estaba basado en un profundo estudio de la Biblia, y convenció a miles de norteamericanos de que esto era verdad.
Ante la cercancía del día final, sus seguidores regalaron sus bienes, quemaron sus casas y se quedaron únicamente con la ropa que traían puesta. Al llegar el día señalado se reunieron en las cumbres de las colinas y en los cementerios, seguros de que Dios los encontraría pobres, hambrientos y humillados y los llevaría sin titubeos directamente a su reino, donde tendrían las verdaderas y auténticas riquezas.
Cuando pasó el 3 de abril sin suceder nada, Miller fijó una nueva fecha: el 22 de octubre de 1844. Ya no tuvo el mismo apoyo de sus seguidores, más muchos continuaron esperando el nuevo día final. Y por supuesto que nada sucedió.
Los seguidores de Miller se quedaron absolotamente sin nada. Lo curioso de todo ello es que Miller jamás se deshizo de sus pertenencias y él continuó la vida como si nada, mientras sus fanáticos seguidores no tenían ni un techo en donde protejerse.
Ante la cercancía del día final, sus seguidores regalaron sus bienes, quemaron sus casas y se quedaron únicamente con la ropa que traían puesta. Al llegar el día señalado se reunieron en las cumbres de las colinas y en los cementerios, seguros de que Dios los encontraría pobres, hambrientos y humillados y los llevaría sin titubeos directamente a su reino, donde tendrían las verdaderas y auténticas riquezas.
Cuando pasó el 3 de abril sin suceder nada, Miller fijó una nueva fecha: el 22 de octubre de 1844. Ya no tuvo el mismo apoyo de sus seguidores, más muchos continuaron esperando el nuevo día final. Y por supuesto que nada sucedió.
Los seguidores de Miller se quedaron absolotamente sin nada. Lo curioso de todo ello es que Miller jamás se deshizo de sus pertenencias y él continuó la vida como si nada, mientras sus fanáticos seguidores no tenían ni un techo en donde protejerse.
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