domingo, 3 de agosto de 2008

LA SAL

¿Alguna vez se ha preguntado porque los mares son tan salados?. Dicen los expertos que las aguas de los ríos arrastran hacia el mar grandes cantidades de sales minerales; sales que se encuentran en las piedras y en la tierra, en las que predomina el carbonato cálcico, y hay también cloruros, especialmente de sodio. Esta acumulación de sales que depositan los ríos es lo que hace totalmente saladas a las aguas del mar.
La sal ha sido, desde tiempos inmemoriales parte esencial de los hombres. Es tan esencial que diversas religiones la han integrado a sus rituales litúrgicos, además de que ha sido objeto de gran número de supersticiones entre los pueblos primitivos. En Arabia y otros países del Medio Oriente, como una demostración de unidad, se comparten puños de sal, y esto es sumamente sagrado; algo que lleva el nombre de “comunión de sal”.
La sal además ha estado presente en los sacrificios, tanto latinos como griegos espolvoreaban con sal la cabeza del animal que ofrecían a los dioses. La sal tuvo un uso muy frecuente para la magia protectora y curativa. Los árabes de Marruecos esconden la sal en la oscuridad, para ahuyentar a los malos espíritus, y en los países nórdicos se pone sal cerca de la cuna de los niños para protegerlos de toda mala influencia. En algunas comunidades europeas, las mujeres que han dado a luz, se lavan diariamente con sal y agua, en la creencia de que es una protección contra los hechizos.
También se utilizaba la sal para dar solemnidad a los juramentos; así entre algunos pueblos primitivos, el que juraba sumergía el dedo en la sal y luego pronunciaba el juramento.
Entre los pueblos de lengua Nyanja del Africa Central, cuando la mujer llega a la pubertad, se le prohibe el uso de sal. Así que las pobres jovencitas deben de tomar los alimentos totalmente desabridos. Esto sucede hasta el momento de su matrimonio; al día siguiente de la noche de boda, la recién casada echa sal en el plato que guisa y luego lo da a los parientes para que se froten con él. Si no hace esto, quiere decir que su marido no fue capaz de tener relaciones con ella y como no le cumplió, la comida seguirá desabrida, pero si todo resultó muy bien, los alimentos estarán bien sazonados para los dos.
También en nuestra sociedad “civilizada” hay algunas supersticiones relacionadas con la sal. Ya sabe usted que algunos consideran de mala suerte derramar sal y para librarse de ella hay que tirar otro poco de sal por sobre el hombro. Otros por ahí duermen con una taza de sal de grano debajo de la cama para evitar los males de ojo y no falta quien vaya y riegue sal frente a la casa de sus enemigos para salarles la vida.
La Sal de Mar, es obtenida mediante medios artesanales de evaporación. Haga usted de cuenta que hacen albercas de muy baja profundidad con agua salada expuesta al sol para que se evapore y quede únicamente la sal que luego pasa a recogerse y encostalarse. Por cada 100 litros de agua de mar se obtienen 3.5 kilos de sal.
En la antigüedad, la sal era un elemento escaso y muy bien valorado, hasta el punto que lo utilizaban como moneda. Los soldados romanos recibían su paga en granos de sal, siendo éste el origen de la palabra “salario”.

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