Una persona normal tiene entre 120 000 y 150 000 cabellos en la cabeza.
El cabello crece cerca de 20 centímetros por año, más rápidamente en el verano y en la noche que en invierno o durante el día. Después de tres años, el cabello será sustituido por otro que nace en el mismo poro.
La testosterona, una hormona masculina, estimula la secreción de la glándula sebácea a la cual está ligado el cabello, disminuyendo su vida y acentuando la caída. Por eso, la calvice afecta principalmente a los hombres.
Los cabellos están tan firmes en la cabeza que aguantan un peso de 80 kilos. Una trenza aguantaría entre 200 y 300 kilos.
En la antigüedad, los egipcios, para evitar la calvice, se aplicaban en el cuero cabelludo una mezcla de grasa de león, hipopótamo, cocodrilo, cabrito y cobra.
El emperador Julio César tenía otra fórmula: ratas quemadas, dientes de caballo, grasa de oso y vísceras de venado. Por supuesto que ni una ni otra, servía absolutamente para nada.
El cabello crece cerca de 20 centímetros por año, más rápidamente en el verano y en la noche que en invierno o durante el día. Después de tres años, el cabello será sustituido por otro que nace en el mismo poro.
La testosterona, una hormona masculina, estimula la secreción de la glándula sebácea a la cual está ligado el cabello, disminuyendo su vida y acentuando la caída. Por eso, la calvice afecta principalmente a los hombres.
Los cabellos están tan firmes en la cabeza que aguantan un peso de 80 kilos. Una trenza aguantaría entre 200 y 300 kilos.
En la antigüedad, los egipcios, para evitar la calvice, se aplicaban en el cuero cabelludo una mezcla de grasa de león, hipopótamo, cocodrilo, cabrito y cobra.
El emperador Julio César tenía otra fórmula: ratas quemadas, dientes de caballo, grasa de oso y vísceras de venado. Por supuesto que ni una ni otra, servía absolutamente para nada.
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