Frida Kahlo nació en Coyoacán el 16 de julio de 1907. Su padre alemán y su madre mexicana. A los seis años de edad fue atacada por la poliomelitis, misma que le dejó una pierna más delgada que la otra y el pie derecho deformado. Caminaba con dificultad y por ello fue objeto de las burlas de sus compañeros de escuela, quienes la apodaron “La coja”
Cuando contaba con quince años de edad, llegó a la escuela preparatoria donde ella estudiaba, Diego Rivera, el gran muralista mexicano, con el encargo de pintar un mural en aquél recinto. El encuentro entre Frida y Diego marcaría su vida, ya que fue tal la fascinación que sintió ante el desarrollo de la obra de Rivera, que poco tiempo después ella tomó clases de dibujo en un taller que había cerca de su escuela.
Cuando apenas tenía 18 años, un tranvía embistió el autobús en que viajaba y resultó gravemente herida: se quebró la columna vertebral en tres partes, lo mismo que la clavícula, varias costillas, la pierna (con once fracturas) y el pie derecho. Además de todo lo anterior, un tubo le atravesó la cadera produciéndole una triple fractura que le impediría tener hijos.
Después de aquél accidente, Frida permaneció muchos meses postrada en cama, enyesada prácticamente de pies a cabeza. Fue entonces cuando pidió a su padre que le llevara un lienzo, la paleta y los pinceles, para iniciar la gran obra de su vida.
Jamás se recuperó del todo. Fue sometida a 32 operaciones, pero nunca lograron darle una total rehabilitación.
Alguien por ahí le pidió a Diego Rivera que la visitara en el hospital, para que conociera las primeras creaciones de Frida. Los comentarios fueron muy alentadores. A diego le gustó la obra de Frida y le alentó a proseguir. Frida quedó deslumbrada con Diego Rivera y dicen que ahí se enamoró de él.
Poco después se inició el noviazgo. Ella una mujer menuda de hermosas facciones, él tosco y bastante feo, pero aún así en 1929 se cazaron formando una de las más tormentosas parejas de que se tenga noticia. Diego era un mujeriego empedernido, que se relacionaba con cuanta mujer se le ponía enfrente, incluyendo a Cristina, la propia hermana de Frida. Más ella no se quedó atrás y le fue infiel en diversas ocasiones a su marido. Y él lo sabía.
Aceptaron en su casa a León Trostky, el líder comunista que huía de su rival político José Stalin. Y este se convirtió en amante de Frida (poco después fue asesinado en la casa de Diego y Frida).
De ella también se mencionan sus relaciones amorosas con mujeres destacadas, entre las cuales se mencionan a la actriz Dolores del Río y María Félix; quien fue incluso amante de Diego.
Frida y Diego se divorciaron en 1939 y volvieron a cazar el año siguiente. Pese a los grandes problemas que tuvieron como pareja, ellos siempre dijeron el uno del otro que eran “el gran amor de su vida”
En cuanto a la obra de Frida, siempre mostró una gran obsesión por los autorretratos, mismos que mostraron en toda ocasión una gran dosis de sufrimiento y angustia, la imagen de un ser atormentado tanto física como emocionalmente. Entre ellos destacan uno llamado “El ciervo herido”, otro donde muestra su cuerpo desnudo aprisionado por un corsé metálico y las vértebras de metal al descubierto. Realizó un cuadro más en donde aparece su inconfundible rostro con una imagen de Diego en la frente.
Cerca del final de su vida, la obra de Frida fue expuesta en la ciudad de México. En esos tiempos ella estaba en cama, más pidió ser llevada a las instalaciones de su exposición en una camilla, para platicar y contar chistes colorados con los visitantes.
Un poco después se le amputó una pierna, pero esto ya fue demasiado para ella. El 13 de julio de 1954 Frida Kahlo fue encontrada muerta en su habitación. Por ahí se dice que se suicidó.
Cuando contaba con quince años de edad, llegó a la escuela preparatoria donde ella estudiaba, Diego Rivera, el gran muralista mexicano, con el encargo de pintar un mural en aquél recinto. El encuentro entre Frida y Diego marcaría su vida, ya que fue tal la fascinación que sintió ante el desarrollo de la obra de Rivera, que poco tiempo después ella tomó clases de dibujo en un taller que había cerca de su escuela.
Cuando apenas tenía 18 años, un tranvía embistió el autobús en que viajaba y resultó gravemente herida: se quebró la columna vertebral en tres partes, lo mismo que la clavícula, varias costillas, la pierna (con once fracturas) y el pie derecho. Además de todo lo anterior, un tubo le atravesó la cadera produciéndole una triple fractura que le impediría tener hijos.
Después de aquél accidente, Frida permaneció muchos meses postrada en cama, enyesada prácticamente de pies a cabeza. Fue entonces cuando pidió a su padre que le llevara un lienzo, la paleta y los pinceles, para iniciar la gran obra de su vida.
Jamás se recuperó del todo. Fue sometida a 32 operaciones, pero nunca lograron darle una total rehabilitación.
Alguien por ahí le pidió a Diego Rivera que la visitara en el hospital, para que conociera las primeras creaciones de Frida. Los comentarios fueron muy alentadores. A diego le gustó la obra de Frida y le alentó a proseguir. Frida quedó deslumbrada con Diego Rivera y dicen que ahí se enamoró de él.
Poco después se inició el noviazgo. Ella una mujer menuda de hermosas facciones, él tosco y bastante feo, pero aún así en 1929 se cazaron formando una de las más tormentosas parejas de que se tenga noticia. Diego era un mujeriego empedernido, que se relacionaba con cuanta mujer se le ponía enfrente, incluyendo a Cristina, la propia hermana de Frida. Más ella no se quedó atrás y le fue infiel en diversas ocasiones a su marido. Y él lo sabía.
Aceptaron en su casa a León Trostky, el líder comunista que huía de su rival político José Stalin. Y este se convirtió en amante de Frida (poco después fue asesinado en la casa de Diego y Frida).
De ella también se mencionan sus relaciones amorosas con mujeres destacadas, entre las cuales se mencionan a la actriz Dolores del Río y María Félix; quien fue incluso amante de Diego.
Frida y Diego se divorciaron en 1939 y volvieron a cazar el año siguiente. Pese a los grandes problemas que tuvieron como pareja, ellos siempre dijeron el uno del otro que eran “el gran amor de su vida”
En cuanto a la obra de Frida, siempre mostró una gran obsesión por los autorretratos, mismos que mostraron en toda ocasión una gran dosis de sufrimiento y angustia, la imagen de un ser atormentado tanto física como emocionalmente. Entre ellos destacan uno llamado “El ciervo herido”, otro donde muestra su cuerpo desnudo aprisionado por un corsé metálico y las vértebras de metal al descubierto. Realizó un cuadro más en donde aparece su inconfundible rostro con una imagen de Diego en la frente.
Cerca del final de su vida, la obra de Frida fue expuesta en la ciudad de México. En esos tiempos ella estaba en cama, más pidió ser llevada a las instalaciones de su exposición en una camilla, para platicar y contar chistes colorados con los visitantes.
Un poco después se le amputó una pierna, pero esto ya fue demasiado para ella. El 13 de julio de 1954 Frida Kahlo fue encontrada muerta en su habitación. Por ahí se dice que se suicidó.
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