miércoles, 29 de octubre de 2008

LA SANTA HERMANDAD

20 años antes de que Colón viniera a América, los reinos de Castilla, en la madre Patria se habían convertido en lugar de auténtico desorden. Al termino de la llamada guerra de sucesión, había gran inestabilidad en el reino, y los caminos se habían llenado de bandidos y barvajanes que cometían todo tipo de ultrajes a los viajeros. Lo viajeros que se aventuraban a internarse por los caminos, procuraban agruparse para protegerse unos a otros, pero esto jamás fue garantía de seguridad. Los boques y barrancas estaban plagados de salteadores y asesinos que liquidaban a los hombres, violaban brutalmente a las mujeres y se posesionaban de sus pertenencias.
La unión matrimonial de Fernando V de Aragón e Isabel de Castilla, permitió la unificación de ambos reinos, más esto provocó ciertas revueltas que crearon inestabilidad en el poder, cosa que aprovecharon ciertos personajes para incrementar su influencia y dominio. Por lo cual, ante la situación tan problemática, los Reyes Católicos, como le llamaban a Fernando e Isabel, decidieron actuar con mano firme para controlar a los poderosos abusivos, los enemigos del reino ,y toda aquella sarta de bandidos y sinvergüenzas, que tenían aterrorizados a los viajeros.
Así surgió el año de 1476 la llamada Santa Hermandad. Esta organización establecida por el rey Fernando colocó un jinete por cada 100 habitantes y un hombre de armas por cada 150, dándoles poder para juzgar y ajusticiar a los delincuentes y restablecer el orden con mano firme en toda la comarca. Estos hombres de casaca blanca y cruz roja en pecho y espalda, peinaron palmo a palmo las zonas amenazadas y ajusticiaron sin miramientos a cuanto bandido encontraron, logrando con ello el respaldo total del pueblo.
Su papel fue tan efectivo, que pronto se terminó la inseguridad en los caminos, y se logró el control de toda la zona; además incrementar el poder y popularidad de los Reyes Católicos, quienes de un solo tajo controlaron totalmente la situación.
Unos años después, en 1480, siguiendo la misma fórmula, establecieron la Inquisición, para imponer la unidad religiosa y reprimir cualquier disidencia. Y en 1492 conquistaron el último reducto musulmán en la Península Ibérica con la toma de Granada.
Nada más con estos hechos realizados, los Reyes católicos hubieran cubierto una página relevante en la historia. Ciertamente La Santa Hermandad tuvo muchos puntos desagradables que la convirtieron con el tiempo en una carga insoportable para el pueblo, y ni que decir de la Inquisición cuyo papel es algo que la Iglesia bien quisiera no se volviera recordar, pero estos puntos en contra pasaron a segundo término, con el simple detalle que tuvo la reina Isabel de entregarle a Colón un puñado de joyas para que se adentrara en los mares en busca de una nueva ruta rumbo a las Indias. Pero esa es otra historia que abordaremos a detalle en próxima ocasión.

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