jueves, 27 de noviembre de 2008

EL EMPERADOR CLAUDIO I

Desde su infancia, Claudio sufrió el desprecio de los miembros de su familia, no le agradaba ni a su madre. Ella lo menospreciaba en todo momento, diciendo que rea una caricatura de hombre, un aborto de la naturaleza. Incluso cuando censuraba a alguien solía decir: “es más necio que mi hijo”. Y Tampoco era querido por sus abuelas, ninguna de las dos le dirigía la palabra, si acaso una de ellas se comunicaba con él, y solo lo indispensable, a través de algún escrito. Y su hermana lo veía como un ser totalmente despreciable. ¿porqué pasaba todo esto?
Simplemente porque Claudio, con sus deficiencias físicas lesionaba el nivel aristocrático de tan distinguida familia. Una familia de nobles, políticos, conquistadores… Pero Claudio, aunque era de buena estatura y rostro agraciado, tenía una buena cantidad de limitaciones físicas: era cojo y de piernas débiles, constantemente le escurría la nariz, era epiléptico, tenía una enfermedad nerviosa crónica, un tic nervioso, y esclerosis, padecía de migraña y además era tartamudo. Para colmo su carácter era bastante desagradable. Con todo este cúmulo de deficiencias muy pronto fue tomado como alguien estúpido por todos los que lo rodeaban, más esto al final de cuentas se convirtió para Claudio en un medio de salvar su vida. Porque los tiempos eran tan difíciles en Roma, que todo aquél que constituía una amenaza o era candidato al poder, corría grandes riesgos de ser eliminado. Pero como Claudio era tan deficiente y tan “tarado”, ¿a quien podía amenazar un tipo así?
Pero Claudio no era ningún tonto. Se volvió muy aplicado en el estudio, hablaba griego con mucha fluidez, aprendió geometría y se volvió docto en medicina, aunque su más grande pasión fue la historia: escribió varios libros: una crónica de los cartagineses, una de los fenicios, una obra sobre el alfabeto latino; redactó un tratado sobre juego de dados y una completa autobiografía. Aunque quizás lo más importante y controversial fueron los 13 volúmenes que escribió sobre la historia de las guerras civiles.
No obstante su gran inteligencia, fue rodeado de desprecio y de vergüenza. Claudio fue apartado de la vida pública, de los honores y de los trabajos políticos que le hubieran correspondido por su linaje y condición. Ocupó ciertamente algunos puestos, pero no de gran relevancia y en nada acordes a su linaje, pero esto le ayudó en cierta medida a lograr posteriormente una mejor posición.Lo cierto es que el 24 de enero del año 41 D.C. se encontraba en el circo romano con el emperador Calígula cuando éste fue separado del resto del séquito y asesinado por la guardia pretoriana. Claudio logró esconderse tras una cortina, pero fue descubierto por uno de los soldados, quien alcanzó a mirar los pies que asomaban bajo la tela. Al ser sorprendido imploró que no le dieran muerte. Y entonces sucedió algo insólito. La guardia pretoriana, lo llevó a su campamento, y Claudio, el cojo, el tartamudo, el tonto aparente, fue designado emperador en sustitución del recién asesinado Caligula, cuando tenía la edad de 51 años.

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