El 16 de diciembre de 1971 Bangladesh recobró su independencia doblegando el dominio paquistaní. Fue un momento de gran júbilo. El país era demasiado pobre, más ahora habiendo ganado la libertad, seguramente habría enormes progresos económicos. Por fin se podrían tomar sus propias decisiones políticas y convertir de esta manera su territorio en un país de ensueño. Pero desgraciadamente las medidas tomadas por los primeros gobernantes de Bangladesh no fueron del todo acertadas, y aquello se convirtió en una auténtica pesadilla. Los desaciertos fueron bastantes y en lugar de mejorar la situación económica del país, la gente tuvo que enfrentarse a la peor de las hambrunas y como consecuencia de todo ello, muchas personas comenzaron a morir de hambre.
Muhammad Yunus era maestro en una universidad de Bangladesh. Enseñaba sobre economía, y le resultaba de lo más deplorable hablar de elegantes teorías sobre como se pueden resolver los problemas económicos de un país. Pero en todo momento se preguntaba para que servia toda aquella verborrea teórica, ante un país que se muere de hambre. Enseñar aquella absurda teoría de libros de texto, le parecía totalmente inmoral. Estaba Muhammad tan harto de la situación que decidió hacer algo, emprender una labor que fuera mucho más productiva que enseñar absurdas teorías tomadas de libros de texto.
Salió a las calles y visitó los pueblos; todo ello con la finalidad de encontrar una forma de ayudar a su gente. Se percató del sufrimiento de quienes ni tan siquiera una pequeñísima cantidad de dinero para salir adelante. Pedían dinero a los prestamistas y usureros, quienes convertían a los deudores en auténticos esclavos, que trabajaban literalmente para ellos. Prácticamente todo lo que ganaban era para pagar su adeudo, y se iban hundiendo poco a poco en una mayor miseria.
Fue así como surgió en su mente una idea. Habló Con muchas personas necesitadas, y se dio cuenta que con tan solo 27 dólares, muchos de ellos podían salir de su problema. Pero 27 dólares era demasiado para aquella gente. Así que realizó una lista de nombres y sacó el dinero que tenía ahorrado. Lo entregó a todos ellos indicándoles que pagaran su adeudo con los usureros para que luego con el producto de su trabajo salieran adelante. Solicitándoles que le regresaran el dinero en cuanto les fuera posible.
Aquello generó una enorme felicidad en infinidad de familias. Les parecía un auténtico milagro que aquél maestro pudiera sacarlos de inmediato adelante. Pronto la comunidad entera sabía que el maestro estaba prestando dinero a todos los necesitados, y usted habrás de imaginarse lo que sucedió. Miles de manos suplicantes se tendieron ante él. Y por supuesto que Mohammed jamás podría ayudar a todos. Así que decidió recurrir a un banco para solicitar su apoyo.
Cuando el director de la institución escuchó la petición de aquél hombre, casi se cayó de la silla. ¿Cómo podría aceptar prestarle dinero a los pobres?. Un Banco solo presta a gente solvente, y los pobres son incapaces de pagar. De nada valieron todos los argumentos de Mohammed, aquél hombre se mostró renuente y tuvo que salir el novato filántropo cabizbajo y con los bolsillos vacíos. Y obtuvo la misma respuesta del resto de las instituciones que visitó.
Al final se le ocurrió la más brillante de las ideas: Se ofreció como aval de los pobres. El director del banco abrió los ojos desmesuradamente sin poder dar crédito a lo que escuchaba. Le advirtió que los pobres no pagarían, y que él se vería atrapado en un camino sin salida que lo arruinaría definitivamente para siempre. Aún así el Banco tardó casi cuatro meses en decidirse. Mohammed tuvo que escribir muchas cartas manifestando claramente lo que requería de la institución y su plan para recuperar el dinero.
Finalmente, en 1976, le concedieron su petición. Le prestaron 27 dólares a una buena cantidad de gentes anotadas en su listado, y Mohammed sirvió de aval. El director del banco, en el momento de entregarle el dinero volvió de nuevo a advertirle del gran error que estaba cometiendo, porque nadie le reembolsaría el dinero entregado, y no fue el único, todos sus amigos y familiares pensaban lo mismo, pero… se equivocaron. Mohammed recuperó el dinero y lo devolvió al Banco. El gerente continuó, aún así, escéptico. Le dijo que lo había logrado porque en ese pueblo todos lo conocían, pero que sería diferente en otro pueblo donde nadie supiera quien era. Mohammed aceptó el reto y agregó un pueblo más, y luego otro, y después otro… Y en todos los casos, la gente humilde le respondió. Todos pagaron sus créditos. Pero el banco siempre se mostró desconfiado y renuente para hacer los préstamos por su cuenta.
Ante esta situación Mohammed tuvo una idea descabellada: debía crear su propio Banco, el Banco de los pobres. Comenzó a investigar todos los requisitos requeridos. Presentó su propuesta al Ministerio de Hacienda de Bangladesh y no logró convencerlos, porque ya tenían demasiados problemas con los Bancos establecidos y no querían agregar uno más a la cuenta. El gobierno consideró que al final terminaría pagando la cuenta, así que, para evitarse problemas, su respuesta definitiva fue “No”. Mohammed insistió que no debía el gobierno de preocuparse, tan solo se requería su autorización. Aún así esta tardó dos años en llegar.
Finalmente, en 1983, surgió el Banco Grameen, un banco que no solo comenzó a prestar dinero a los pobres, sino también a las mujeres, cosa totalmente inhabitual en el país. Después se dio cuenta Mohammed que las mujeres eran quienes mejor empleaban el dinero y lo volvían más productivo, por ello se dedicó a estimular los préstamos entre el sexo femenino.
Hoy en día el Banco Grameen es admirado y estudiado por muchas instituciones del mundo; les parece increíble que esté haciendo progresar un país prestando dinero a los pobres. Y lo mejor de todo, es que según los investigadores, existe un claro progreso en todos los afiliados al Banco, quienes han avanzado específicamente en términos de nutrición. Este aspecto en las familias del Banco Grameen es mucho más alta que en las otras familias. La tasa de mortalidad infantil en Bangladesh es demasiado alta, pero esta prácticamente se ha eliminado entre los beneficiados con los préstamos del banco.
Las condiciones de la vivienda en familias del Banco Grameen, también son mucho mejores que las condiciones en otras familias, porque el Banco también ofrece préstamos para la vivienda. Algo que los banqueros tradicionales consideraron una locura, ya que les parecía más que suficiente que a los pobres se les prestara lo suficiente para comprarse una vaca, pero Mohammed no piensa en enriqueces su bando, sino en resolver los problemas económicos y de vivienda de sus afiliados.
Es así como el banco Grameen tiene ahora 6.5. millones de clientes, de los cuales 96 % son mujeres. Inició con 27 dólares y al día de hoy ha distribuido 5 mil 700 millones de dólares en microcréditos; sus actividades representan más del 1 % del Producto Interno Bruto de Bangladesh.
Y… Mohameed se hizo millonario?, No, para nada, su sueldo es de tan sólo $300 dólares al mes, y eso le parece más que suficiente para sobre vivir. Así que su labor es auténticamente social.
Mohammed Yunus recibió el Premio Nobel de la Paz y anunció que una parte del dinero recibido, de un total de 1.4 millones de dólares, lo donó para financiar un proyecto para proveer comida a bajo costo a los pobres, así como un centro oftalmológico, un proyecto de redes de agua para poblaciones marginadas y una red sanitaria.
Muhammad Yunus era maestro en una universidad de Bangladesh. Enseñaba sobre economía, y le resultaba de lo más deplorable hablar de elegantes teorías sobre como se pueden resolver los problemas económicos de un país. Pero en todo momento se preguntaba para que servia toda aquella verborrea teórica, ante un país que se muere de hambre. Enseñar aquella absurda teoría de libros de texto, le parecía totalmente inmoral. Estaba Muhammad tan harto de la situación que decidió hacer algo, emprender una labor que fuera mucho más productiva que enseñar absurdas teorías tomadas de libros de texto.
Salió a las calles y visitó los pueblos; todo ello con la finalidad de encontrar una forma de ayudar a su gente. Se percató del sufrimiento de quienes ni tan siquiera una pequeñísima cantidad de dinero para salir adelante. Pedían dinero a los prestamistas y usureros, quienes convertían a los deudores en auténticos esclavos, que trabajaban literalmente para ellos. Prácticamente todo lo que ganaban era para pagar su adeudo, y se iban hundiendo poco a poco en una mayor miseria.
Fue así como surgió en su mente una idea. Habló Con muchas personas necesitadas, y se dio cuenta que con tan solo 27 dólares, muchos de ellos podían salir de su problema. Pero 27 dólares era demasiado para aquella gente. Así que realizó una lista de nombres y sacó el dinero que tenía ahorrado. Lo entregó a todos ellos indicándoles que pagaran su adeudo con los usureros para que luego con el producto de su trabajo salieran adelante. Solicitándoles que le regresaran el dinero en cuanto les fuera posible.
Aquello generó una enorme felicidad en infinidad de familias. Les parecía un auténtico milagro que aquél maestro pudiera sacarlos de inmediato adelante. Pronto la comunidad entera sabía que el maestro estaba prestando dinero a todos los necesitados, y usted habrás de imaginarse lo que sucedió. Miles de manos suplicantes se tendieron ante él. Y por supuesto que Mohammed jamás podría ayudar a todos. Así que decidió recurrir a un banco para solicitar su apoyo.
Cuando el director de la institución escuchó la petición de aquél hombre, casi se cayó de la silla. ¿Cómo podría aceptar prestarle dinero a los pobres?. Un Banco solo presta a gente solvente, y los pobres son incapaces de pagar. De nada valieron todos los argumentos de Mohammed, aquél hombre se mostró renuente y tuvo que salir el novato filántropo cabizbajo y con los bolsillos vacíos. Y obtuvo la misma respuesta del resto de las instituciones que visitó.
Al final se le ocurrió la más brillante de las ideas: Se ofreció como aval de los pobres. El director del banco abrió los ojos desmesuradamente sin poder dar crédito a lo que escuchaba. Le advirtió que los pobres no pagarían, y que él se vería atrapado en un camino sin salida que lo arruinaría definitivamente para siempre. Aún así el Banco tardó casi cuatro meses en decidirse. Mohammed tuvo que escribir muchas cartas manifestando claramente lo que requería de la institución y su plan para recuperar el dinero.
Finalmente, en 1976, le concedieron su petición. Le prestaron 27 dólares a una buena cantidad de gentes anotadas en su listado, y Mohammed sirvió de aval. El director del banco, en el momento de entregarle el dinero volvió de nuevo a advertirle del gran error que estaba cometiendo, porque nadie le reembolsaría el dinero entregado, y no fue el único, todos sus amigos y familiares pensaban lo mismo, pero… se equivocaron. Mohammed recuperó el dinero y lo devolvió al Banco. El gerente continuó, aún así, escéptico. Le dijo que lo había logrado porque en ese pueblo todos lo conocían, pero que sería diferente en otro pueblo donde nadie supiera quien era. Mohammed aceptó el reto y agregó un pueblo más, y luego otro, y después otro… Y en todos los casos, la gente humilde le respondió. Todos pagaron sus créditos. Pero el banco siempre se mostró desconfiado y renuente para hacer los préstamos por su cuenta.
Ante esta situación Mohammed tuvo una idea descabellada: debía crear su propio Banco, el Banco de los pobres. Comenzó a investigar todos los requisitos requeridos. Presentó su propuesta al Ministerio de Hacienda de Bangladesh y no logró convencerlos, porque ya tenían demasiados problemas con los Bancos establecidos y no querían agregar uno más a la cuenta. El gobierno consideró que al final terminaría pagando la cuenta, así que, para evitarse problemas, su respuesta definitiva fue “No”. Mohammed insistió que no debía el gobierno de preocuparse, tan solo se requería su autorización. Aún así esta tardó dos años en llegar.
Finalmente, en 1983, surgió el Banco Grameen, un banco que no solo comenzó a prestar dinero a los pobres, sino también a las mujeres, cosa totalmente inhabitual en el país. Después se dio cuenta Mohammed que las mujeres eran quienes mejor empleaban el dinero y lo volvían más productivo, por ello se dedicó a estimular los préstamos entre el sexo femenino.
Hoy en día el Banco Grameen es admirado y estudiado por muchas instituciones del mundo; les parece increíble que esté haciendo progresar un país prestando dinero a los pobres. Y lo mejor de todo, es que según los investigadores, existe un claro progreso en todos los afiliados al Banco, quienes han avanzado específicamente en términos de nutrición. Este aspecto en las familias del Banco Grameen es mucho más alta que en las otras familias. La tasa de mortalidad infantil en Bangladesh es demasiado alta, pero esta prácticamente se ha eliminado entre los beneficiados con los préstamos del banco.
Las condiciones de la vivienda en familias del Banco Grameen, también son mucho mejores que las condiciones en otras familias, porque el Banco también ofrece préstamos para la vivienda. Algo que los banqueros tradicionales consideraron una locura, ya que les parecía más que suficiente que a los pobres se les prestara lo suficiente para comprarse una vaca, pero Mohammed no piensa en enriqueces su bando, sino en resolver los problemas económicos y de vivienda de sus afiliados.
Es así como el banco Grameen tiene ahora 6.5. millones de clientes, de los cuales 96 % son mujeres. Inició con 27 dólares y al día de hoy ha distribuido 5 mil 700 millones de dólares en microcréditos; sus actividades representan más del 1 % del Producto Interno Bruto de Bangladesh.
Y… Mohameed se hizo millonario?, No, para nada, su sueldo es de tan sólo $300 dólares al mes, y eso le parece más que suficiente para sobre vivir. Así que su labor es auténticamente social.
Mohammed Yunus recibió el Premio Nobel de la Paz y anunció que una parte del dinero recibido, de un total de 1.4 millones de dólares, lo donó para financiar un proyecto para proveer comida a bajo costo a los pobres, así como un centro oftalmológico, un proyecto de redes de agua para poblaciones marginadas y una red sanitaria.
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