
El mercado de esclavos en Roma estaba siempre muy bien surtido gracias a las continuas guerras en que estaban metidos los romanos para expandir su imperio. Tras la toma de Tarento en el año 209 A.C., durante la guerra final contra Anibal, se hicieron de 30,000 esclavos entre sus habitantes. En su batalla contra los griegos, en el año 68 A.C., su vencedor Emilio Paulo, vendió 150 000 prisioneros. Julio César, de una sola batalla en su conquista de las Galias logró 53,000 prisioneros que luego vendió en el mercado romano. Se calcula que el emperador César logró más de un millón de prisioneros galos, haciendo que se vendieran un promedio de 10,000 esclavos diarios en el mercado de Roma.
Y sabe usted cuánto valía un esclavo?. Si no tenía algo en especial y solo habría de servir para labores duras en el campo o las minas, su precio oscilaba entre seiscientos y dos mil sestercios. Y para que se de una idea del valor de los sestercios, un burro valía como quinientos. Los buenos esclavos, fuertes o con algún atractivo especial, valían como dos mil quinientos sestercios, o sea igual que cinco burros. Y como eran épocas de bonanza, cualquier familia de respeto tenía su buen puñado de esclavos en casa, aunque no fuera dueña de ningún burro.
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