Los glóbulos rojos de la sangre viven entre diez y treinta horas. Las células del estómago duran de uno a dos días y las de la piel se renuevan cada tres o cinco semanas. Las células de los huesos tienen mayor duración ya que se renuevan cada dos años aproximadamente. Por lo cual podemos decir que cada dos años estrenamos esqueleto.
La piel se renueva constantemente, remplazando las células viejas por células nuevas. Las células muertas de la piel se nos van desprendiendo todos los días, así que por dondequiera que pasamos vamos dejando algo de nosotros mismos. Se ha calculado que una persona pierde a lo largo de su vida unos
Conforme vamos envejeciendo, las células se renuevan con mayor lentitud o dejan de renovarse, como es el caso de las células nerviosas. Estas células se encargan de transportar mensajes hacia el cerebro y desde éste a otras partes del cuerpo. Y se mueven a una velocidad tan extraordinaria que en menos de un segundo recorren una distancia del tamaño de un campo de fut bol.
Nuestro corazón bombea unos
La sangre recorre nuestro cuerpo a diferentes velocidades. En un minuto recorre nuestro cuerpo más de una vez. Si estamos sentados lo hace a menor velocidad, pero cuando corremos la sangre puede recorrer nuestro cuerpo hasta unas cinco veces en un minuto.
Los bebés tienen más de 300 huesos, pero un adulto cuenta con solo 206. ¿Qué pasó aquí? Lo que sucede es que el cráneo de un bebé está formado por 29 huesos que poco a poco se van solando hasta quedar en uno solo, cosa que termina de concretarse entre los 20 y 25 años.
Casi la mitad de nuestros huesos están en las manos y los pies. Cada mano está formada por 27 huesos y gracias a ellos nos es posible realizar movimientos extremadamente precisos. ¿Qué le parece? Increíble! No?
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