Los niños son reclutados desde pequeños para trabajar en el sector textil, en canteras, mercados o vendiendo mercancía por las calles. Mientras que las niñas son reclutadas como obreras, sirvientas o se dedican a a la prostitución.
Demasiados niños trabajan en los campos de piedra de Pagla. Ahí no hay lugar para quejarse. Se tiene que trabajar desde que amanece, hasta que llega la total oscuridad. Los pequeños aprender a picar piedra antes que a hablar. Están casi siempre desnudos, soportando el asfixiante calor del sol de hasta 40 grados. Algunos afortunados llevan los pies protegidos con trozos de plástico atados a los tobillos con cordones. El resto se arriesga a romperse los dedos al golpear las piedras. No hay un solo niño que no puedas mostrar una buena cantidad de heridas y cicatrices.
Su trabajo consiste en partir las rocas grandes hasta convertirlas en pequeñas piedras que luego una gigantesca trituradora los convierta en arena para la construcción. Todos estos niños muestran en su rostro el extremo cansancio, una tristeza desgarradora, desilución total por la vida y hambre… demasiada hambre.
El polvo envenena sus pulmones, el esfuerzo físico es agotador y los accidentes constantes. Tienen que tener mucho cuidado los pequeños con su trabajo, porque un golpe mal dado puede lastimarlos y entonces los castigan retirándolos del trabajo. Y esto significa un gran problema, porque hasta los más pequeños deben trabajar para alimentarse.
Al fin de semana llega la paga. Los capataces cuentan el número de piedras que cada quien logró romper. Los que no logran la suficiente productividad son despedidos. Al fín que hay tantos queriendo trabajar, que a nadie le importa que los despedidos se mueran de hambre. Los que lograron la cuota pasan por la caseta que hay en la entrada para recibir la paga, que nunca va más alla del equivalente a $ 60.00 pesos semanales.
Hay un dicho en Bangladesh que dice que las niñas del país sólo tienen tres salidas y que todas tienen relación con la ropa: trabajar en las miles de fábricas de ropa en las factorías textiles, lavar la ropa como criadas de la gente rica o quitarse la ropa para prostituirse. La mayoría hacen el esfuerzo para no caer en la última categoría, pero no todas lo logran.
Hay más de 70,000 niñas que trabajan en fábricas haciendo telas de sol a sol y no hay en Bangladesh una sola familia adinerada que no tenga cuando menos una menor a su servicio.El Gobierno cree que existen más de 300.000 sirvientas en todo el país, la mayoría de ellas con edades que van de los
Un gran número de estas niñas son violadas constantemente por los señores de la casa. Y esto no representa gran problema, ya que la señora, acepta que su marido abuse de la sirvienta, en lugar de que anden por ahí gastando dinero en los burdeles. Es totalmente aceptado por la sociedad de este país que con una niña sirvienta se puede hacer lo que se quiera.
Por supuesto que ninguna sirvienta denuncia el abuso sexual. Su única preocupación es que al quedar embarazada la obligarán a abortar. Además que al llegar a los 14 años serán despedidas por ser “demasiado viejas”.
¿Y cuanto ganan?. Estas pequeñas esclavas reciben el equivalente a $4 o $ 5 USD por mes. Lo mismo que reciben los niños picapiedreros en una semana.
Si usted creía que ganaba poco, piense por un momento en estos niños.
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