domingo, 27 de julio de 2008

EL SANTO DE LOS MOJADOS

Cuenta la leyenda que hace poco más de 70 años, en la ciudad de Tijuana, una joven adolescente fue violada y asesinada. Y según el decir de ciertos testigos, el delito fue cometido por un soldado.
Tras ciertas conclusiones, un militar del que ahora nadie recuerda el nombre, fue señalado como culpable, más este culpó a su vez al recluta Juan Castillo Morales, a quien sus superiores juzgaron sin darle la oportunidad de defenderse.
El soldado Juan Castillo fue llevado por otros soldados hasta el cementerio Puerta Blanca de Tijuana ,y ahí le aplicaron la famosas “Ley de Fuga”, que consiste en dejarlo escapar para luego dispararle por la espalda.
La leyenda dice que Juan Soldado en lugar de huir se enfrento valerosamente a sus ejecutores, quienes lo fusilaron junto al cementerio, donde luego fue enterrado.
Años después de su muerte la gente comenzó a decir que él no había sido culpable y que su espíritu protegía a los necesitados.
Se levantó una capilla en el lugar donde cayó muerto. Desde entonces todo el que pasa por ahí debe poner una piedra y rezar un Padre Nuestro. Ese es el culto a Juan Soldado.
Las paredes de la capilla que resguardan la tumba de Juan Soldado están pintadas con leyendas diversas agradeciendo los favores concedidos. Además hay una gran cantidad de fotografías de personas que certifican su intervención divina, casi todas ellas de inmigrantes que llegan a esa frontera intentando cruzar hacia los Estados Unidos. Por ello se le considera el santo de los “mojados”. Por supuesto que Juan Soldado no está incluido en el santoral de la Iglesia Católica. Más esto a nadie le importa.

No hay comentarios: