Pero Oscar no se comportaba como un intelectual. Siempre vestía a la moda y con toques extravagantes. Vivió a finales del siglo XIX, pero se comportaba como un excéntrico. Llevaba el pelo largo y pantalones de montar de terciopelo. Estaba casado, con dos hijos, pero su relación matrimonial se desgastó, y se relacionó íntimamente con un hijo de nobles: Lord Alfred Douglas, al cual arrastraba a sus correrías. Porque a Oscar Wilde le encantaba alejarse de los encumbrados niveles de la sociedad, para bajar a los mundos subterráneos, donde encontraba jovencitos que se prostituían, exponiéndose a riesgos innecesarios de todo tipo: el chantaje, la agresión...
Vivía en la opulencia, con sus habitaciones llenas de objetos de arte y elementos decorativos, con girasoles, plumas de pavo real y porcelanas chinas.
Su manifiesto desprecio a la burguesía, sus extravagancias y escándalos pronto le granjearon un sin número de enemigos. Era un auténtico subversivo. No acataba las reglas y esto le hizo blanco de críticas y desprecios.
Publicó un volumen de poemas, sus célebres relatos ( El Príncipe feliz, El fantasma de Canteville, el crimen de Lord Artur Sacille y otras narraciones, y su única novela, El retrato de Dorian Grey, considerada una obra maestra, triunfó luego como dramaturgo con: El abanico de lady Windermere, Una mujer sin importancia, y la Importancia de llamarse Ernesto, muestras ejemplares de su enorme talento y de la sutileza de sus irónicos diálogos.
Más poco después de haber cumplido los 40 años, cuando se hallaba en la cúspide de su éxito, la fortuna abandonó a Oscar Wilde. El marqués de Queensberry, padre de su íntimo amigo lord Alfred Douglas, levantó contra él una acusación por ultraje a
Perdió todo: su fortuna y su familia, la mayoría de sus amigos le dieron
En la cárcel escribió “De profundis”, una extensa carta de arrepentimiento por su pasado estilo de vida.
Cuando salió de prisión estaba arruinado, material y espiritualmente. Se fue a vivir a Francia y se cambió el nombre. Poco tiempo después apareció en Inglaterra un escrito de su autoría, publicado de forma anónima, titulado “La baladas de la cárcel de Reading”. Uno de sus poemas más poderosos, donde expone la dureza de la vida de la cárcel y la desesperación de los presos.
Viviendo en París, y a la edad de cuarenta y seis años, una infección de oído le provocó un daño cerebral y le sobrevino
Y sobre el muerto las coronas, porque el día de hoy es considerado uno de los más grandes personajes de la literatura universal.
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